A quien de palabras hermosas,
Pero de valor hueco
Engalane tu cuerpo,
No cedas confianza.
A quien te mire a los ojos
Entornando los suyos,
No creas que algún día será
Fiel amigo tuyo.
A quien acostumbre a sonreírte
Mostrando dientes afilados,
No has de poner como alimento
Tu valía en medio.
A quien cuando mal obres
Colme tus oídos con aplausos y vítores,
Que la ingenuidad no te lleve a pensar
Que cuando lo necesites, por tí se va a preocupar.
Pero a quien no diga siempre
Lo que quieras escuhar, y de tanto en tanto,
Te haga llorar, has de sopesar,
Que a esa persona tu amor puedes entregar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario